4/24/2007

A mí ya no me suben al metro.

Es broma, lo aclaro al tiro, no vaya a pasar como con "La tesis de mi tía" que era una forma de decir y se interpretó literal.
Y bueno, anoche me dio un verdadero ataque de risa.
Encerrada en el baño iba a lavarme los dientes cuando una imagen, que en otro momento me habría hecho esbozar una sonrisa, me hizo estallar de risa por mucho tiempo, tanto que llegue a pensar que no podría controlarme. Las carcajadas se sucedían una tras otra, sin que yo me diera cuenta. Era como si estuviera poseída y una "risa con vida propia" se hubiese metido a utilizar mi cuerpo, para luego abandonarlo, cansado y atontado.
En fin... supongo que fue por ver una peli emotiva y no entregarme a las emociones como por lo general lo hago. Le llamaría "el desahogo orgásmico de mi cerebro", lo que no entiendo es por qué me castigó con abdominales.
La cuestión es que la imagen (que no voy a describir) que creó toda esta situación de ficticia alegría tenía relación con el metro y las dos muertes que hubo ayer.
Antes sólo morían en el metro los extremadamente endeudados y nadie tenía que ver el desenlace de los desafortunados. Hoy en cambio, nadie puede pensar en suicidarse en el metro, no tiene chiste, capaz que ni lo noten. Las personas caen como moscas en el agua, por asfixia ahí dentro.
Es cosa espantosa.

Yo digo que por lo menos podrían poner una advertencia "este medio de transporte puede resucitar el cardiópata que llevas dentro" o "no apto para: ...". Por último exijan un chequeo médico y todos con su ficha clínica colgada del cuello, que sé yo.Una cosa es segura, a mí no me va a ocurrir lo que anoche he imaginado.

Salu2.

Actualizo:
Tras haber andado en las líneas 2 - 1 y 5 el martes y 5 y 1 ayer jueves, me quedo asombrada: "el metro sigue intacto", o sea, “asardinamientos”, enojos, desmayos y muertes, todo pasa sin hacerle nada. Es realmente increíble, no hay ni un sólo cambio. Mientras los buses y las micros del transporte público son rallados, destrozados, etc. El metro reluce como “nuevecito, de paquete” ¿Cómo lo hará? será algún tipo de pacto con el chapulín colorado... no sé, sólo sé que es un agrado subirse al metro durante el horario valle (no punta) y un viaje que se comienza al límite antes del horario punta, puede ser una inyección de adrenalina que sube el nivel mientras vez la inminente invasión de tu metro cuadrado.

4/20/2007

A comer... pero con conocimiento de causa!

Estando con mi hijo en las instalaciones infantiles (primer piso) de la Biblioteca de Santiago (Matucana 151), me decido a ir a buscar un libro al tercer piso. Mientras subo las escaleras y a pesar de que me urge haber dejado a Darío solo abajo, voy pensando sobre que quiero leer. Ni idea, pero como tengo hambre pienso en comida y me decido a buscar algo sobre cocina y encuentro un libro sobre Comida Tradicional Chilena, su color me recuerda el choclo, lo que me hace desearlo entre mis manos.
-¿Qué debo hacer para bajar al primer piso con este libro?
-Nada, sólo baja- me responde un bibliotecario con una amable sonrisa.
Bajo las escaleras, me siento junto a mi hijo y empiezo a leer. Lo primero son las
cazuelas y sus variaciones en el norte, en el centro o en el sur. Lo leo todo a la rápida, salpicado, sé que tengo poco tiempo y lo quiero ver entero. Luego viene el charquicán, el pastel de choclo, las humitas, los porotos graneados.
Todo en base a legumbres y carnes, siempre acompañado de surtidas verduras y hierbas aromáticas. Me llama la atención que en un principio, además de las legumbres, fueron protagónicas la cebolla y el ají, para luego irse perdiendo de a poco entre el tomate, la albaca y otras hortalizas.

Pasados algunos días, tengo en mis manos un artículo titulado “¿Por qué comemos tan mal?” Escrito por
María Teresa Villafrade. Mientras lo leo no puedo evitar que se vengan a mi memoria las hermosas fotos del libro aquel. Y es que en este artículo, donde intervienen varios personajes, de los cuales destaco a Marcela Romo (antropóloga Ministerio de Salud), se habla de permeabilidad cultural, perdida de tradiciones culturales, homogenización de sabores, etc. Palabras textuales de la antropóloga son: “En Chile se ha dejado de lado el consumo de distintos tipos de verduras en guisos y de una gran variedad de legumbres”
¡Bingo! Piensa mi cabeza, que está recordando las recetas con color a abuelita que estuvo anteriormente analizando. Claro está, esta señora sabe lo que dice y dice lo que sabe, si realmente los índices de obesidad han ido en aumento a la par con el paso de los años y la extinción de lo oriundamente chileno, está todo claro. Las abuelas y sus guisos tenían “la papa” para comer variado, contundente y no engordar.
La antropóloga ahonda un poco más y se refiere a un fenómeno llamado Neofobia, dice que es frecuente en los niños pequeños que sólo quieren consumir un solo alimento, temiendo a los sabores nuevos.
Como dentro del artículo ella,
Marcela Romo, mete la palabra “colores” (que tanto me gusta) aludiendo a lo importante de comer platos variados. Me quedo pensando en que alguna vez en la universidad (“shiuuu”) realicé un trabajo sobre estos mismos inexistentes amigos y algo hablé de las verduras. Pero, qué.
Bueno, resulta ser que las
frutas y verduras además de las conocidas vitaminas A y C, el ácido fólico y la fibra, contienen fotoquímicos, los cuales se relacionan con sustancias (no nutrientes) que se cree retrasan el envejecimiento de nuestras células, protegiéndonos del cáncer, las enfermedades cardiacas (principal causa de muerde entre chilenas) y fortaleciendo el sistema inmunológico.
Así por ejemplo, los colores
rojo, naranja y amarillo provienen de unos pigmentos llamados carotenoides, los cuales previenen el cáncer del endometrio, seno, ovario y pulmón.
Los colores
azules y púrpuras en frutas y verduras provienen de pigmentos llamados polifenoles los cuales combaten el cáncer y promueven la producción de enzimas desintoxicantes.
Un dato siempre bien ponderado es que los fotoquímicos No aportan calorías.
...
La conclusión que saco, después de que mi cabeza se dio la libertad de unir tres lecturas tan distintas sobre un mismo tema fundamental como lo es la Nutrición, es que los chilenos pertenecemos a una sociedad del tipo permeable, de fácil asombro si se quiere, y entre las muchas cosas que hemos desplazado en este afán por lo importado, está nuestra
comida típica. Lo peor de esta situación es que la hemos reemplazado por comidas rápidas exentas de equilibrio nutricional, dándole prioridad a las frituras y las comidas secas, fáciles de preparar y de sabores monótonos pero siempre bien recibidos.
Y como es natural al ser humano tener “poco” paladar y preferir (
por algo congénito) los sabores dulces y evitar los amargos, terminamos enviciados con estos sabores-colores (Ketchup por ejemplo) de poca gama que nos acarrean sobrepeso, bajas defensas y propensión a enfermedades cardiacas y el cáncer.
Pero tal cual nuestro oído, nuestro paladar, es adiestrable. Por lo tanto, si a nuestros hijos les enseñamos a comer de todo desde sus primeras comidas, éstos se verán capacitados para apreciar muchos sabores que si no fuera así, rechazarían. ¿Cómo hacemos esto? La antropóloga
Marcela Romo en el artículo de María Teresa Villafrade da algunas ideas que a continuación transformo en lo que llaman “tips”
  • Amamantando al bebé y atreviéndose a probar un sin fin de alimentos saludables para que la leche vaya cambiando su sabor.
  • Insistiendo en los sabores nuevos en los infantes, pues está comprobado que éstos son asimilados después de ocho veces.
  • Evitando al máximo los colados o papillas que terminan con un sólo sabor y en cambio, moliéndoles a tenedor los ingredientes sin mezclarlos cosa que los identifiquen.
  • Comiendo en familia o acompañados de otras personas. Según las palabras de Romo “es nefasto que se haga comer solo o antes de los demás a los niños mañosos. Ellos tienen que aprender viendo a otros, aunque se ensucien, jueguen o boten la comida”.
  • Las comidas deben tener un orden y no deben ser estresantes sino conversadas.
Si aún no están convencidos/das de que nuestros hijos/as pueden tener un paladar más amplio, esperen a la adolescencia y los verán intentando tomarse una copa de vino al almuerzo. Que mejor ejemplo de que aunque lo amargo no es genéticamente bienvenido por el ser humano, se termina adorando.
Y si aún no estás hechizado/a por los beneficios de consumir
frutas y hortalizas y estas haciendo una dieta en base al agua, te cuento que más del 75% de su peso es agua, e incluso en muchas se supera el 90% como ocurre, por ejemplo, en el melón, la sandía, o el pepino, más conocido por “pepe”. Además están casi libres de proteínas, lípidos e hidratos de carbono. Y en cambio, aportan importantes cantidades de fibra tanto soluble como insoluble.
Atina con tu salud y apuesta por la variedad, que en la nutrición como en todo, en la diversidad está el gusto.

4/16/2007

Por favor más profesionalismo

Como cada domingo tengo en mis manos la revista Mujer de La Tercera. Entre sus promesas en portada, está: “Pasarela Santiago: el gran debut de la nueva generación”. Busco el reportaje, el cual tiene muy poco que leerle y me dedico a mirar, entonces se me erizan los pelos y me pregunto ¿Qué pasaría si una revista (más leída que ésta) confundiera un Chanel con un Ungaro? Por ejemplo.
Resulta que el "anónimo reportero" que ha cubierto Pasarela Santiago no ha encontrado nada mejor que darle el derecho de autor a Oops sobre un abrigo de Kevin Kobek, a Pablo Ramírez sobre toda la colección de Mariano Toledo y a Juana Díaz sobre tres posibles diseños de Duende Capitalista.
Qué ojo que tiene este individuo sin nombre ¿Cómo no reconoce la cabeza cubierta de las maniquíes de Kobek? Si hasta lleva el típico sombrero. Y sobre la confusión entre los argentinos Ramírez y Toledo, si es la misma foto, la ha etiquetado dos veces. Hay que estar muy poco comprometido. Además JD se lució con su estilo sobrio y limpio en cambio, Duende Capitalista apareció inspirado en el charlestón (y eso que sólo lo vi en la pantalla gigante, no entré al desfile).Con toda razón nadie firma este “reportaje” titulado: “El prêt a porter chileno”. Es que acaso no existe nadie en todas las filas de COPESA con un poco de conocimiento y un nivel mínimo de observación para reconocer los elementos distintivos de las ceraciones de cada uno. Si hasta yo sin ser periodista de ningún tipo habría hecho un mejor trabajo y en menos tiempo.
Si no tienen quien realice bien las cosas ¡¡¡No las hagan!!!
Estas prendas son creaciones personales, no ropa de mercado y confundirlas es como confundir dos fotografías o dos pinturas de dos autores distintos.
En fin... un poco más de interés por los creadores nacionales no le vendría mal a nadie.
Salu2.

4/10/2007

políticas prácticas y políticas ociosas

En estos días no sale el sol... (cantaba Silvio) ¡Por fin! que ya me tenía "cabreada" digo yo.

Hace algunos días encaré a J y le dije: elimina algunos pares de calcetines, tienes muchos.
Nunca pensé que eliminaría todos los blancos sin objeción. Y cuando le pregunté por qué no dejaba los más nuevos, me dijo: es que representan una etapa de mi vida que se acaba.

Este domingo Darío amaneció vomitando. Eran las 6:15 am. cuando lo oí gritar: ¡Quiero ir al baño! Obviamente mi primera reacción fue preguntarle a qué... y él con la boca llena o quizá ya había vomitado (no era deducible en la oscuridad) me respondió: ¡Quiero vomitar!
-Hasta aquí llegó mi descanso,
pensé.
Pero Darío fue aún más práctico y dijo: me tenía que enfermar justo hoy que es la Pascua del Conejo.

El domingo anterior abrí una leche Calo para darle a Darío. Al otro día (lunes 2 de abril) le volví a servir y como se demoraba tanto en tomársela lo apuré, entonces me dijo: es que está demasiado extraña. La probé y me dieron nauseas. De un día para otro, la leche se había avinagrado y estando refrigerada. Miré la fecha de vencimiento y aún faltaban meses. Tomé el envase y llamé al número 800 que sale. Como no hubo respuesta, busqué la página de Watt's (dueño de Calo) y escribí un (irónico) e-mail llamado: dos sugerencias y una consulta urgente.
Pasadas unas horas me pedían mi teléfono, lo di y en seguida me llamó V.O. una tecnóloga. Fue bastante amable y yo siempre pensando en la ironía de mi e-mail. Me pidió mis datos y ayer lunes 9 por segunda vez (habían venido el jueves y no encontraron a nadie), vino un "hombre-Calo" a traerme dos litros de leche en caja y a cambio se llevó la leche mala.
Entonces Jan me dice: Y tú que no ibas a comprar más productos Watt's. -Sí, he sido sobornada- le respondí.

Por último, anoche frente a las "chorrocientas" costuras que debería terminar, me puse a hacer este dibujo...Y cómo si no bastara, todavía me estoy dando el recreo de escribir aquí este montón de bobadas. Salu2.

4/02/2007

Pasarela Santiago: Estación Mapocho

Los días jueves 29 y viernes 30 fui a Pasarela Santiago. Este evento se desarrolló en la Estación Mapocho y como el año pasado había ido al Fashion Week en Espacio Riesco, no pude evitar hacer comparaciones. De todas maneras encuentro mucho más grato acudir a Estación Mapocho, con su amplitud y con la ventaja de tener todo a la vista.
La verdad es que el día 29 quedé fascinada, la organización andaba excelente y a pesar de ser una fecha “complicada” había bastante gente.
Los desfiles estaban atrasados casi una hora pero tenían varias particularidades que según yo, los hacían superiores a los vistos el año pasado. Primero que nada, la iluminación era mucho más favorecedora para los diseños, la duración de los desfiles parece haber sido más extensa y sobre todo hubo más creatividad en la puesta en escena y es que de veras cansa ver decenas de pasadas iguales en una misma tarde. Esta vez cada diseñador se esforzó en entregar una pasada novedosa, con cierta “coreografía” y hasta “escenografía” que alimentaba el concepto. Además, parece ser que los organizadores se preocuparon de elegir propuestas todas diferentes… más audaces tal vez.
Bueno el día 30 todo habría sido igual si no fuera porque a la organización se le fue de las manos la gran cantidad de público y la gente empezó a quedar fuera de las pasarelas y al perderse algún desfile comenzó a abalanzarse en las entradas y no querer hacer la fila. El acceso a pasarela se parecía al acceso al metro.
Por otro lado, yo acudí con mi hijo y no pude “pelear” por ingresar así que sólo vi a dos de seis o más desfiles.
Bueno, además de los desfiles se podían apreciar en el Hall de la entrada, una exposición de maniquíes (de vitrina) con un diseño de cada uno de los expositores, tanto los que presentaron pasarela como los que no.
Luego ya estando dentro de la estación misma, había varios puestos (stands) de diseñadores de vestuario y accesorios, muy accesibles donde uno podía conocer a los creadores, intercambiar teléfonos e incluso recibir invitaciones para el día siguiente, como la que me dieron de Kevin Kobek.
La cosa es que el ambiente entre la moda y los "vitriniantes" era muy familiar y acogedora.

Pasarela Santiago: Desfiles

Día 29
Pituqui-pinaqui y su descabellada propuesta

Un vestuario muy excéntrica es lo que esta marca puso en pasarela, con cortes simples e incluso algo repetidos y en cambio, colores muy brillantes y atrevidos. Todo muy juvenil, lleno de moños gigantes y combinaciones de texturas “disonantes” sacó risas y aplausos del público presente.
Chantal Bernsau
Un concepto más étnico es el de esta mujer de la V Región. Realmente una colección mayormente para mujeres más maduras. Con materiales clásicos como el algodón, un trabajo de textura y coloración muy llamativas y cortes muy amplios que volaban libres por la pasarela. Todo acompañado de hermosos collares y otras piezas de joyería que daban realce al concepto.Santiago del Valle
Lo que más se me quedó un la retina, de esta extravagante colección de ropa masculina, fueron los estridentes colores elegidos para los abrigos, mezcla de capa y chaqueta, todos con muy poca forma realizados en fibra sintética.
Las viudas de Pablo Ramírez
Acompañada de música muy melancólica, que invitaba a la introspección, aparecieron las alargadas siluetas de mujeres vestidas de negro, caminando lento y compungidamente. Algo así como sobras de un atardecer. Todos los vestidos negros y de cortes muy formales. Muchas veces cortados bajo el busto alargando aún más la figura, logrando dar más verticalidad y frialdad al concepto que acompañado con la música, daba ganas de abrazarlo.La sofisticada prolijidad de Juana Díaz
Muy contagiosa la propuesta que presentó Juana Díaz. Una propuesta llena de energía y urbanidad. Con un gorro muy recurrente y práctico que iba bien con todo y una que otra polera estampada con la señaletica de los paraderos del transporte público. De cortes amplios y cómodos y detalles muy prolijos que parecían estar en la medida justa y en lugar justo, esta propuesta me pareció una de las más llevables a diario.
Día 30
La urbanidad desde una visión fantástica.
Kevin Kobek presentó una colección llena de fantasía, algo así como un cuento urbano. Con mezcla infinita de cortes ajustados y telas sobrantes. Todas las maniquíes con la cabeza tapada parecían venir saliendo de alguna película futurista, sin embargo, muchos de los cortes y las texturas me recordaron tiempos pasados, ochenteros y medievales.
Ignacio Lechuga
Elegantemente lúdica es la propuesta de este hombre que viste hombres. Todo tipo de detalles muy simpáticos y originales tanto en cortes como en aplicaciones se vieron en esta pasarela. Desde camisas bordadas de una forma notoria pero elegante, hasta audaces gorros y tapa manos inspirados en el vestuario ruso.

Lamentablemente no tengo ninguna foto que valga la pena pues estabamos con Darío donde a penas se veía.