1/28/2008

Arritmia

Hoy desperté a las 6:30 como si hubiese dormido eternamente, o sea, muy bien despierta. Mi cabeza amaneció demasiado perspicaz e imaginando un millón de cosas.
Me quedé eternos minutos desarrollando una idea fija y sin lograr volver a dormir.
De pronto, la solución casi se dio, entonces vino la desesperación por no poder ponerme manos a la obra en seguida.
Debía esperar, mi hermana dormía en el living.
Eran las 7:00 y seguía igual, hiper despierta. Mi esposo no. Entonces me salí de la cama, fui al baño y de ahí salté para acá.
¿Podrá el escribir calmar mi ansiedad?… y de qué puedo escribir.
La verdad es que me es más natural cuando ando melancólica o con algún otro sentimiento antagónico a la ansiedad. Cuando mi cerebro trabaja al trote y no se tropiezan las ideas.
En este momento no sé cuantas palabras he resumido. He desayunado letras virtuales.
Busque mi biorritmo pensando que estaría muy disparada la línea cerebral, si este fuera de veras mi biorritmo debería ser así, pero al ver el equilibrio que muestra, se transforma en un garabato.
Entonces revisé mi correo y encontré que hacer mientras los demás se levantan, ya no tengo que forzarme a escribir… voy a responder los comentarios que tengo en mis álbumes de foto de Ringo.

1/18/2008

Y los deseos si se cumplen


Cuando adolescente decía: no debo pedir deseos porque se me pueden cumplir y de seguro no van a ser como los imagino.
La cosa es que el martes pasado se me cumplió uno y claro que tuvo pequeñas consecuencias no planeadas.
Hace un mes y algo atrás escribí el post CICATRICES que como siempre mezclaba varias cosas y terminaba con el siguiente párrafo:
Ahora tengo una pregunta para la gente ingeniosa ¿Por qué no existen las fruterías como existen las confiterías?
Lo único que ofrecen en los buses, terminales, paraderos, peajes y qué se yo, son pasteles, galletas, dulces chilenos, papas fritas y bebidas (incluyo ahora las playas con sus cuchuflies y palmeras). (...) Es una desgracia tratándose de un país agrícola y con una población poco saludable.
Y bueno, mi deseo fue cumplido, y en Patronato nos encontramos (Karla y yo) con un hombre que con un carrito vendía frutas. A $600 la bandeja de fruta picada con servicio, a $200 la rebanada de sandía y también tenía duraznos y cerezas, todo limpio listo para llegar y servir.
Parecía una excelente idea, y yo saltaba de alegría porque era lo que había imaginado, pero resulta que una se chorrea toda y se complica mucho, sobre todo porque el azúcar de la fruta se hace pegajoso. Lo que se vuelve un entretenido espectáculo para los transeúntes.
En fin, igual es estupendo comerse una fruta bajo 34º de temperatura y eso, ojalá se ponga de moda y todos cambiemos alguna golosina callejera por una fruta.

1/14/2008

Todo tiene un precio...

Es extraña la vida cuando no estamos completos. Eso es lo que me nace decir estos días que estoy sin Darío.
Debo reconocer que todo es más simple, no tengo la necesidad de cocinar en todo su significado… y los horarios los modifico a placer sin sentimiento de culpa. Coincidente con eso está que no he realizado un verdadero aseo hace días pues no tiene mucho sentido mientras el depa esté “patas arriba” (por la pintura) pero si Darío estuviera aquí, mantendría igual no más todo lo mejor posible para evitar que el despelote se junte con sus juguetes y eso.
En fin… supongo que el concepto de hogar adoptado por mí todo este tiempo no está tan en mi naturaleza como creía y en cambio, es más una escenografía para Darío.
Bueno…

Por un lado, me siento más libre. Libre por ejemplo, de salir de noche o salir a almorzar con alguien y luego quedarme vitrineando y terminar caminando calle Bandera de punta a cabo. Y de paso descubrir una calle Bandera (de Santiago) muy interesante.
Con un comienzo imponente, frío y gris, con aire acondicionado bajo la sombra de su elevada y formal arquitectura. Con transeúntes monocromáticos, delgados y estirados, siempre mirando al horizonte. De traje, con un celular en una mano y un maletín en la otra.
Luego, cuando cruzas Huérfanos, ves el inevitable ingreso de colores y formas nuevas. Más carteles, más variedad, más heterogeneidad en sus transeúntes. Personas más bajas, rechonchas y coloridas en el vestir se mezclan sin problema con los monocromáticos de más al sur. Aparecen las NOTARÍAS, el ex congreso y la Polla chilena de beneficencia.
Para terminar en una Bandera muy folklórica, pintoresca con una arquitectura muy manoseada, pintada, rallada y llena de información casi al extremo de ser chocante, repulsiva a ratos. Los bancos, las oficinas y los MUSEOS, han sido cambiados por centros de llamado, TIENDAS DE ROPA RECICLADA, botillerías, "picadas" y venta de plantas. Y los transeúntes somos ahora todos más bajitos, más cabizbajos y de vestuario colorido, así como también más morenos y gruesos.

Y por otro lado, me siento más vacía como si yo no me bastara para acompañarme, algo que casi nunca me sucede… es como si a la larga el sentido último de mi existir sólo fuera su existencia. Él, su ser, responde a la prostituida pregunta que dice: Cuál es el sentido de la vida. Pues creo que es perpetuarla, somos vida y estamos aquí para dejar a otro en nuestro lugar, al cual socializar, educar bajo nuestros paradigmas para que conserve nuestra especie, perpetuando nuestras creencias de toda índole.
Claro que probablemente se puede ser más ambicioso y esperar hacer carrera, tener éxito (¿?) y pasar a la historia por alguna cosa. Pero después que dejemos nuestro cuerpo, y seamos… que se yo qué ¿qué es lo que importa… los papeles que escribimos, el dinero que juntamos, los medios en que aparezcamos o la vida que perpetuamos?
Cada quien sabrá. Yo me despido y me voy a mis labores para olvidar que en cierta medida me siento sola.

1/08/2008

me atacan los cambios

El sábado 5 llegué sola a STGO. Es raro pero cómodo no tener a mi Darío dependiendo de mí...
Por un lado lo extraño, sus palabras, sus gestos, sus abrazos, sus dedos en la boca y mis gritos: SACATE LOS DEDOS DE LA BOCA!... por otro lado, no hay horarios fijos, ni necesidad de hacer almuerzo, nadie cambia de lugar las cosas como las dejo...
El domingo en un encuentro flash, descubrí a Lena... la mujer detrás del blog. Fue un encuentro breve, bajo un sol radiante. Con una Lena interesante, inteligente y de una mirada difícil de escudriñar y con una Ticha medio presente, medio ausente que se derretía de vuelta de una semana en el sur.
Ahora estoy en plan decoración. Ayer comencé a pintar la pieza de mi Darío. Por un momento me vi derrotada con tanto cachureo, pero al final lo empujé todo a un costado de la habitación y limpié una pared grande, la chica que envuelve el closet y media pared de debajo de la ventana, o sea, media pieza.
Hice la primera mano a las 11-12 AM y la segunda a las 16 horas. Pintar con rodillo sobre superficies sin accidentes, es muy fácil, casi relajante. Ahora hay media pieza pintada y media no.
Hoy a la tarde voy por la otra mitad de la pieza, donde hay un obstáculo... las repisas. Habrá que quitarlas. Uff!
...
Este año voy a estudiar, en la Alberto Hurtado.

El 2007 me inscribí en pedagogía para profesionales y tras pasar un par de entrevistas, me aceptaron para Educación Tecnológica.
Primero me metieron mucho miedo, con que éramos muchos los postulantes y que había que rendir pruebas, pero sólo pensé... que resulte lo que tenga que resultar.
Al final, no sé si éramos pocos pero en la primera entrevista me fue muy bien porque quien me entrevistó había estudiado en Temuco también y eso romió el hielo, entonces sentí mis respuestas muy acertadas. Lo noté en su cara. Las pruebas no me tocó darlas por la profesión que tengo y la segunda entrevista era más bien un trámite.
En resumen, sólo me queda pagar y comenzar a asistir en horario vespertino tres días a la semana. Además debo laborar en el área desde el primer semestre una mañana en la semana.

Debo confesar algo: No sé que me atemoriza más, si volver a la universidad o hacerle clases a niños, cuando sólo he enseñado a adultos que no buscan autoridad en mí.

1/02/2008

2008: FIRST DAY


vamos al cerro
Cargado originalmente por Ticha PitRufina
Después de una noche de comer, beber, abrazar y en fin trasnochar... se me ocurrió decirle a mis primos: vamos al cerro, y soberana fue mi sorpresa cuando me respondieron que bueno.
Dario en cambio, no quiso ir.
Al final, regresamos agotados, sedientos y hambrientos, tras subir y bajar el Ñielol de a pie.
De vuelta vimos al "Llaima en llamas", fue Alain que dijo: que nube más rara y ahí vimos que en realidad era humo que el volcán soltaba por su boca sin cesar.
Salu2.