De pronto, de tanto pensar en el almuerzo decido que quiero hacer "Pasta al pesto". Me parece haber visto a alguien en televisión trabajando el perejil para hacer una pasta y pienso que es justo lo que voy a hacer, una vez que lo he hecho, reviso la receta del pesto y se hace con albahaca. Aprovecho igual el perejil y continuo la receta.
Como no tengo mortero, reviento los ajos con un moledor de papa y luego los vacio junto a todos los demás ingredientes a la moledora eléctrica (llamada también 1,2,3)... el departamento resulta tan impregnado de olor ajo, sobre todo la cocina, que me termina mareando.
Al pesto, al pasto, al pisto y peste...
El almuerzo y su aroma me dejaron demente.
De acuerdo, pero tus pulmones se purificaron.
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